Tres religiones

Luego que Saladino conquistara Jerusalén de manos de los cruzados en el 1187, la mayoría de las iglesias de la ciudad fueron destruidas, incluyendo la Iglesia de Santa María en el Monte Sión. Sin embargo, un sector de dicha iglesia se salvó de la destrucción: el edificio donde se encuentra la Tumba del Rey David (primer piso) y el Cenáculo o Sala de la Última Cena (segundo piso). Debido a que David y Jesús también son figuras importantes para el Islam, considerados como profetas que precedieron a Mahoma, conocidos por los musumanes como Nabi Daud y Nabi Isa.

En el Siglo XIV, casi cien años después de la caída final de los cruzados, la Iglesia Católica volvió a poner pie en Jerusalén. La Orden de los Franciscanos creó la Custodia de Tierra Santa, que hasta el día de hoy representa al Vaticano en los lugares sagrados. El primer sitio que recuperaron los franciscanos fue el Cenáculo. Pero surgieron disputas entre judíos y cristianos por la propiedad legal del lugar. La tensión llegó a tal grado que el Papa prohibió a los mercaderes italianos que transportaban peregrinos a Tierra Santa llevar judíos. Los judíos que eran descubiertos viajando de incógnito eran arrojados al Mediterráneo. A fines del siglo XV las autoridades mamelucas resolvieron la disputa echando a judíos y a cristianos por igual, convirtieron al edificio en mezquita, la entrada a los no musulmanes quedó prohibida hasta fines del siglo XIX.

El Cenáculo. A la derecha se puede ver el mihrab, elemento típico de una mezquita.
Indica la kibla, la dirección en la que deber rezar el musulmán: La Meca.

Los británicos conquistaron Jerusalén en 1917, por primera vez después de casi 700 años la Ciudad Santa estaba de nuevo bajo autoridad cristiana (protestante). El Váticano, que hasta el día de hoy no ha cesado de reclamar la propiedad sobre el Cenáculo, consideró que las nuevas circunstancias ameritaban intentarlo de nuevo. Benito Mussolini en persona intercedió ante los británicos, pero no hubo caso. 

Tras la Guerra del 48, Jerusalén quedó dividida en entre israelíes y jordanos. La Tumba de David cobró una renovada importancia para los judíos, quedó como el lugar más sagrado de Jerusalén en manos israelíes, puesto que la Ciudad Vieja con el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos quedó en manos jordanas. Sin embargo era complicado para los judíos llegar a rezar al lugar sin pasar por territorio jordano. Los jordanos se oponían a que Israel construyera una vía de acceso alternativa sobre suelo israelí, alegando que eso sería una violación al acuerdo del cese del fuego. Pero lo que negaban a Israel no podían negar al Papa Pablo VI, en su honor fue pavimentada la calle "Camino del Papa", por la que el pontífice llegó al Cenáculo durante su histórica visita a Tierra Santa en 1964. Jerusalén fue reunificada bajo gobierno israelí luego de la Guerra de los Seis Días en 1967. Desde entonces volvió a ser posible llegar al Monte Sión desde el Monte de los Olivos y desde la Ciudad Vieja.

El Camino del Papa
Recién en 1995 el Vaticano reconoció oficialmente al Estado de Israel y se procedió al intercambio de embajadores. También en esta oportunidad la Santa Sede pidió que el Cenáculo le sea devuelto, a lo cual Israel se negó. A diferencia de la Tumba de David, el Cenáculo no tiene interés para los judíos, me pregunto si el edificio se podría llegar a dividir como se ha hecho con la Tumba de Samuel, donde los judíos rezan en el subsuelo mientras que los musulmanes rezan en los pisos superiores. Pero si Israel entregara el Cenáculo a la Iglesia Católica eso podría causarnos problemas diplomáticos con los países cristianos no católicos.

Hoy en día el Cenáculo está abierto a los visitantes de todas las religiones y es uno de los sitios más visitados de la ciudad. Para los peregrinos cristianos es una parada obligatoria, incluso los grupos judíos suelen visitarlo de paso cuando van a la Tumba de David. El Cenáculo está bajo la autoridad del Ministerio de Asuntos Religiosos del Estado de Israel, no funciona como iglesia y no se celebran allí misas, salvo en ocasiones excepcionales, como las visitas de los Papas. Algunos grupos católicos celebran misa en el monasterio vecino, también llamado Cenáculo, el lugar más cercano a la anhelada antigua sede de la Custodia de Tierra Santa al que han podido llegar a instalarse los franciscanos.

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