La Torre de David

Torre de David. Imagen de Wikipedia.

La Torre de David es una de las imágenes icónicas de Jerusalén. Está ubicada dentro de los muros de la Ciudad Antigua, en el Barrio Armenio. A pesar de su nombre, no tiene absolutamente nada que ver con el Rey David. Fue construida por el Rey Herodes, una de tres torres de vigilancia en la esquina de su palacio. Entre el Rey David (Siglo X A.C.) y el Rey Herodes (Siglo I A.C.) hay casi mil años de diferencia. ¿Por qué entonces la llamamos Torre de David? Cuando los cruzados llegaron a Jerusalén en el Siglo XI vieron una gran torre a la entrada a Jerusalén y así razonaron: Jerusalén es la Ciudad del gran Rey David, una torre tan imponente tiene que ser la Torre de David. No sabían que Jerusalén en tiempos de David estaba uno cientos de metros hacia el este (donde hoy se encuentra el Parque Ciudad de David). Los cruzados llegaron a Jerusalén impulsados por un gran fervor religioso, iban identificando sobre el terreno los sitios nombrados en las escrituras, no siempre con gran acierto.

La Torre de David es mecionada en el Cantar de los Cantares, en el Antiguo Testamento. En la tradición judía, el Cantar de los Cantares suele ser interpretado como una alegoría del amor entre Dios y el Pueblo de Israel. A un nivel no tan espiritual, se puede leer como poesía erótica entre dos amantes: el Rey Salomón y la Reina de Saba. Entre otras alabanzas a la hermosura de la Reina de Saba, el Rey Salomon le dice: "tu cuello es como la Torre de David" (Cantares 4:4). Un piropo un tanto extraño, si se mira bien a lo que hoy llamamos Torre de David que es bastante ancha. Imagino que el Cantar de los Cantares se refiería a otra torre más fina y esbelta que ya no existe, a menos que la reina fuera muy gorda y así le gustaran las mujeres a Salomón. De todos modos, en Jerusalén la tradición es más fuerte que la Historia. Aunque hoy nadie duda de que la torre es de los tiempos de Herodes, igual le seguimos llamando Torre de David. Incluso el museo de historia que allí se aloja, se llama Museo de la Torre de David.

El Palacio del Rey Herodes era enorme, ocupaba todo el actual Barrio Armenio. Algunos investigadores especulan que podría ser el Pretorio, sitio nombrdo en los evangelios, donde Poncio Pilato juzgó a Jesús. Aunque según la teoría más conocida, respaldada por la tradición, el Pretorio era otro edificio en otra parte de la ciudad: la Fortaleza Antonia, en el actual Barrio Musulmán. Cuando los romanos tomaron Jerusalén en el año 70 A.D. destruyeron las tres grandes edificaciones de Herodes: el Templo de Jerusalén, el Palacio y la Antonia. Dejaron la Torre de David en pie, tal vez para que quien la viera pudiera hacerse una idea de cuán grandes y espléndidos habían sido esos edificios, cuán terrible fue la destrucción. Para que sirviera de lección y nadie osara volver a revelarse contra los romanos.

Le llamamos también Ciudadela de David (no confundir con el Parque Ciudad de David que es otro sitio). Una ciudadela es una fortificación adicional en la ciudad. Si el enemigo consigue penetrar en los muros, todavía queda otro bastión amurallado donde refugiarse. La Torre de David, reparada y ampliada, cumplió esa función durante siglos. Cuando los cruzados conquistaron Jerusalén en el 1099, masacraron a toda la población de la ciudad sin distinción: judíos, cristianos, y musulmanes. La crónicas cruzadas, algo exageradas, dicen que la sangre llegaba hasta las rodillas de los caballos. Las autoridades de la ciudad se refugiaron en la Torre de David, negociaron su rendición y salieron con vida.

Dónde queda la Cueva de Elías

En la ciudad de Haifa, sobre el Monte Carmelo, hay dos sitios distintos y cercanos entre sí, ambos conocidos como "La Cueva de Elías". Una de las cuevas está dentro de una antigua sinagoga, la otra dentro de la Iglesia Carmelita Stella Maris. Ninguno de los dos sitios encaja claramente con lo que dice la Biblia.

Cueva de Elías. Versión Judía. Imagen de Wikipedia.

Cueva de Elías. Versión Católica. Imagen de Wikipedia.

Si no me equivoco, la única vez que se menciona a Elías entrando a una cueva es en 1 Reyes 19:9. En la entrada a la cueva Elías habla con Dios, Elías le comunica su frustración por los pecados del pueblo de Israel que adora a dioses ajenos. Dios anuncia a Elías el castigo que recibirá Israel, guerras terribles a las que sobreviran los pocos que no pecaron. Para llegar hasta esa cueva, Elías sale desde las cercanías de Beersheva, un ángel lo alimenta antes de emprender su marcha, luego Elías camina durante cuarenta días sin comer. Tanto tiempo sin comer hace suponer que atraviesa un enorme desierto donde no es fácil encontrar comida. El camino al Monte Carmelo no es tan largo ni tan inhóspito. La cueva mencionada en este pasaje no puede estar en el Monte Carmelo. Está escrito explícitamente que llega a "Horeb, el Monte de Dios" (1 Reyes 19:8). Horeb es probablemente otro nombre del Monte Sinaí. Habría que buscar dicha cueva en el desierto del Sinaí, en Egipto, no en la ciudad de Haifa, Israel.

Otra interpretación que he escuchado de boca de colegas, a la que me suelo limitar para simplificar el tema: la Cueva de Elías sería el sitio donde el profeta se escondió del Rey Acab (1 Reyes 17). Elías había anunciado que no llovería hasta que él lo dijera, como castigo al pueblo por su idolatría. El Rey Acab muy enojado lo quiere matar, Elías huye a un lugar tan aislado, que su único alimento es la comida que le llevan cuervos enviados por Dios. No está escrito explicitamente que Elías recibiera a los cuervos en una cueva, pero podría ser, una cueva sería un buen lugar para un fugitivo oculto. El problema es que está escrito que Elías bebía de un arroyo de agua llamado Querit, ubicado al este del Río Jordán. La ciudad de Haifa está junto al Mediterráneo, al occidente del Jordán, y no hay arroyo junto a ninguna de las dos cuevas.

Una tercera interpretación: no son cuevas de Elías sino las Cuevas de los Profetas. Abdías, criado del rey Acab, había escondido a cien profetas de Jehová en dos cuevas, de cincuenta en cincuenta (1 Reyes 18). En ese caso la ubicación geográfica me parece más razonable, Abdías podría haber escondido a los profetas en el Monte Carmelo, apartados de la ciudad de Samaria, capital del Reino de Israel en tiempos de Acab. Cuando Elías y Abdías se encuentran, Elías ordena congregar a todo el pueblo en el Monte Carmelo para su contienda contra los Profetas del Baal. Pero los dos lugares llamados Cueva de Elías son demasiado pequeños, dudo que se pudieran alojar cincuenta personas en cada uno.

Si descartamos las tradiciones judía y católica en la ciudad de Haifa, hay una tercera opción siguiendo la tradición griega ortodoxa: El Monasterio de San Jorge de Coziba en el arroyo Quelt (Wadi Qelt), cerca de la ciudad de Jericó, en la zona del Desierto de Judea. La tradición dice que el arroyo Quelt es el arroyo Querit del que bebía el profeta Elías. La similitud entre los nombres puede hacer creer que el arroyo Quelt preserva el nombre bíblico y se trata de una variación del mismo nombre. Una bonita teoría, pero la ubicación sigue sin encajar, Wadi Qelt está al occidente del Río Jordán, mientras que el arroyo Querit hay que buscarlo al este del Jordán, en el actual Reino de Jordania. Según otra versión, Elías pasó por donde está el monasterio cuando iba de camino a la Península del Sinaí. Pero el monasterio no queda de paso de Beersheva al Sinaí (al sur), está en dirección casi diametralmente opuesta (noreste). Supongo que cuarenta días le alcanzarían para tomar un rodeo.

Monasterio de San Jorge de Coziba. Imagen de Wikipedia.

Resumiendo: ninguna de las tradiciones concuerda con las escrituras. La cueva junto a la cual Elías habla con Dios hay que buscarla en Egipto. El lugar donde Elías es alimentado por los cuervos habría que buscarlo en Jordania. Las cuevas donde se esconden los otros cien profetas de Jehová, podrían estar en el Monte Carmelo o en otra parte, habría que buscar dos cuevas de mayor tamaño.

Los nombres del Mar Muerto


Mar Muerto (del latín Mare Mortum), es el nombre más común en idiomas occidentales, como el español o el inglés (Dead Sea). Se debe a que no tiene peces, ninguna forma de vida puede sobrevivir a su alto nivel de salinidad (34%), diez veces superior al del oceano. Fuentes griegas como Aristóteles y Jerónimo de Cardia, mencionaban un lago con cualidades extraordinarias ya en el Siglo IV A.C.

Otro nombre que aparece en fuentes greco-romanas: Mar de Asflato (del latín Asphaltites). Distintos geógrafos e historiadoes griegos y romanos, cuentan que grandes bloques de asfalto solían flotar en el Mar Muerto. Los pobladores de la zona los construían balsas para llevarlos a la orillas y vender el material. El asfalto tenía varios usos, por ejemplo: servía para reparar e impermeabilizar barcos, se vendía a Egipto donde se usaba para la momificación de cadavares. Galeno, uno de los más influyents médicos de la antigüedad, mencionaba sus cualidades curativas. El famoso historiador Flavio Josefo, cuenta que era uno de los ingredientes para la fabricación del misterioso perfume de Ein Guedi.

Por supuesto, antes de los escritos en griego y latín, aparece en la Biblia con otros nombres en hebreo. Por primera vez en Génesis 14, como Valle de Sidim (Emek Sidim) o Mar de la Sal (Yam Hamelaj), el lugar donde lucharon varios reyes y donde cayó prisionero Lot, el sobrino de Abraham.
Curiosamente, también este capítulo menciona el asfalto: "Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí" (Génesis 14:10, RV1960). Yam Hamelaj (Mar Salado o Mar de la Sal), es el nombre que se sigue usando hoy en día en hebreo moderno.

Los otros nombres del hebreo bíblico, Mar del Aravá (Yam HaAravá) y Mar Oriental (HaYam HaKadmoní), tienen que ver con su ubicación geográfica. Hoy en día decimos que el Mar Muerto está en el Desierto de Judea, Aravá le llamamos a otra zona desértica de Israel que está al sur del Mar Muerto. Pero supongo (no estoy seguro) que en tiempos bíblicos el término Aravá incluía tambien la zona del Mar Muerto. El nombre Mar Oriental parece más claro, el Mar Muerto y el Río Jordán marcan el límite este de la Tierra Prometida, así como el Mar Mediterráneo marca el límite occidental. Yam HaKadmoní, podría traducirse también más literalmente como "Mar de Adelante". En la antigüedad se consideraba que el oriente está adelante, de ahí viene la palabra orientación. Orientarse es entender dónde uno está ubicado, entender dónde es "adelante" y por lo tanto dónde es "atrás". En contraste al "Mar de Adelante", el Mar Mediterráneo es llamado Yam HaAjarón (Deuteronomo 11:24), que significa "Mar de Atrás", "Mar Último" o Mar Occidental.

En árabe, al igual que en otras lenguas, el nombre más común es Mar Muerto (al-Bahr al-Mayyit). Pero también tiene otros nombres relacionados con los pasajes del Corán (Sura 26) y la Biblia (Génesis 19), que relatan la destrucción de Sodoma y Gomorra. Para los musulmanes, Lot fue un profeta enviado para advertir a los habitantes de Sodoma que obedecieran a Alá y dejaran el pecado. Pero sus vecinos no creyeron y Sodoma fue destruida. Antes de la destrucción, Lot huyó a la ciudad de Zoar. De ahí provienen los nombres Mar de Lot (Baḥr Luṭ) y Mar de Zoar.

En el post anterior comentaba que el Mar Muerto se está secando. ¿Que pasará con el Mar Muerto, Mar de Asfalto, Mar de la Sal, Mar del Aravá, Mar Oriental, Mar de Lot o Mar de Zoar? El profeta Ezequiel, pronostica que en el fin de los tiempos un río saldrá desde el Templo de Jerusalén, fluirá hacia el oriente, llegará al mar y lo volverá dulce. Tendrá tantos peces como el "Mar Grande" (Mar Mediterráneo), aunque también quedarán pozos salados (Ezequiel 47:1-12).

Pescar en el Mar Muerto



El Mar Muerto contiene un 34% de sal, diez veces más que el oceano. Ninguna forma de vida puede sobrevivir en ese hábitat, no tiene peces de ningún tipo, por eso se llama Mar Muerto. En la Biblia aparece como Mar de la Sal, nombre que se le da hoy en hebreo moderno. La sal tenía una importancia enorme en la economía de la antigüedad, cuando no existían los refrigeradores, era necesaria para mantener la carne por mayor tiempo sin echarse a perder. En una época en que el Imperio Romano sufría de gran inflación y la moneda romana perdía rápidamente su valor, los soldados romanos recibían su paga en bolsas de sal, de ahí proviene la palabra salario. Otra curiosidad: la moneda romana se llamaba denario y de ahí viene la palabra dinero.

Hoy en día no se extrae sal del Mar Muerto, pero sí se extraen otros minerales como potasio y magnesio. Sigue teniendo una gran importancia económica para la industria y el turismo. La combinación de minerales es muy buena para la piel, el baño en el Mar Muerto ayuda a aliviar síntomas de enfermedades como la psoriasis. La mayor parte del turismo que llega a Israel es turismo religioso, pero también tenemos turismo medicinal, viajeros que vienen para tratar sus problemas de la piel en el Mar Muerto. La fama del Mar Muerto y sus propiedades curativas naturales es aprovechada también para vender cosméticos.

Para entender mejor al Mar Muerto vamos a plantear tres preguntas:

1. ¿Por qué es tan bajo? El Mar Muerto es el lugar más bajo de la tierra, 430 metros debajo del nivel del mar. Si bien geográficamente Israel está en Asia, geológicamente se encuentra en la Placa Tectónica Africana. El Reino de Jordania, en la otra orilla del Mar Muerto, se encuentra en la Placa Tectónica Arábiga. Las dos placas se están separando y se forma un hueco entre ellas. En ese mismo hueco, además del Mar Muerto, también están por debajo del nivel del mar el Río Jordán y el Mar de Galilea.

2. ¿Por qué es tan salado? El principal afluente del Mar Muerto es el Río Jordán, que le lleva agua dulce con un ínfimo porcentaje de sal. Naturalmente, el agua fluye por gravitación siempre hacia abajo. Una vez que llega al lugar más bajo del mundo no tiene hacia donde continuar fluyendo, el agua puede salir del Mar Muerto solamente por evaporación. El Mar Muerto es una de las zonas más cálidas de Israel como concecuencia de su baja altura, por eso el agua se evapora. A diferencia del agua, la sal y otros minerales no se evaporan, con el tiempo se van acumulando. Este proceso lleva miles de años, por eso el Mar Muerto es tan salado.

3. ¿Por qué se está secando? El Río Jordán procede del Mar de Galilea. El Mar de Galilea, a pesar de su nombre, es un lago de agua dulce, una de las principales fuentes de agua potable del Estado de Israel moderno. Israel extrae agua del Mar de Galilea, el Mar de Galilea baja en altura, el Río Jordán recibe menos agua del Mar de Galilea, el Mar Muerto recibe menos agua del Río Jordán. Mientras tanto, el agua sigue saliendo del Mar Muerto por evaporación. Se calcula que la orilla del Mar Muerto se está alejando a un metro de distancia cada año. El Mar Muerto se está muriendo. Para resolver el problema habría que dejar de usar el agua del Mar de Galilea. Israel ha desarrollado la tecnología que le permite desalinizar y potabilizar el agua del Mar Mediterráneo, ya existen plantas desalizinadoras, habría que construir más. Otra posibilidad sería construir un canal que una al Mar Rojo con el Mar Muerto, para llenar el Mar Muerto con agua del Mar Rojo. Ambas soluciones serían muy caras, para implementarlas hacen falta políticos que piensen en el futuro del país más que en su beneficio personal. Encontrar un político así es más dificil que pescar un pez en el Mar Muerto.

Qué es el Muro de los Lamentos

Muro de los Lamentos o Muro Occidental. Fotógrafo: Gabriel Colodro.

Hace dos mil años, el Rey Herodes comunicó a los ancianos de la ciudad que quería agrandar el Templo de Jerusalén, pues no era tan grande ni tan magnífico como en los días del Rey Salomón. El Rey Salomón había construido el Primer Templo aproximadamente en el año 1000 A.C. El Templo de Salomón fue destruido por los babilonios en el 586 A.C. Unas décadas más tarde, cuando los judíos regresaron del exilio de Babilonia a Jerusalén, construyeron el Segundo Templo. Herodes quería ampliar el Segundo Templo, aunque su plan eran tan ambicioso, que el Monte Moriá o Monte del Templo, no era lo suficientemente grande para el Templo que pretendía construir. Herodes no era de esos que dejara que minucias como la madre naturaleza impidieran sus colosales planes arquitectónicos (véase por ejemplo: el puerto de Cesarea Marítima). Así que agrandó el monte artificialmente: lo rodeó de cuatro muros, lo aplanó donde quedaba más alto que los muros, rellenó el espacio entre el monte y los muros hasta dejar una superficie llana. Por eso cuando hoy miramos hacia el Monte del Templo desde el Monte de los Olivos, no vemos una colina sino una plataforma plana.

El Templo de Jerusalén, sobre una plataforma plana, rodeada de cuatro muros.
Maqueta de Jerusalén a fines del período del Segundo Templo, Museo de Israel.

El Muro de los Lamentos es un pequeño resto de uno de los muros que construyó Herodes, el muro que estaba al oeste del Templo, por eso se lo conoce también como Muro Occidental. El muro de Herodes era mucho más grande, cerca de 500 metros de largo y 30 de alto, la pequeña parte que hoy llamamos Muro Occidental es la mitad de alto y tiene sólo 70 metros de largo (sin contar las partes que están bajo tierra y se ven en los túneles, etc). Originalmente no era una parte integral del templo propiamente dicho, no tenía una función religiosa sino de ingeniería: sostener la plataforma sobre la cual se eregía el Templo. Pero después que el Segundo Templo fue destruido por los romanos en el 70 D.C. fue una de las pocas partes que quedó en pie. No la única, pero sí la más cercana al Lugar Santísimo o Santo Santuario, la parte más sagrada del Templo, donde sólo entraba el Sumo Sacerdote una vez al año, en Yom Kipur, a pedir perdón por los pecados del Pueblo de Israel (y donde hoy en día está el Domo de la Roca con su cúpula dorada). Por eso, con el tiempo, el Muro de los Lamentos se fue transformando en lugar de oración, hasta convertirse en el principal sitio de culto del mundo para el pueblo judío. Aunque el lugar más sagrado sigue sin ser el muro en sí mismo, sino el Lugar Santísimo que está detrás.

El Domo de la Roca, construido en el 691 D.C.
Donde antes estaba el Santo Santuario.

¿De qué nos lamentamos en el Muro de los Lamentos? De la destrucción del Templo, la destrucción de Jerusalén y la expulsión de los judíos. Los judíos mantenemos hasta la actualidad costumbres de luto para lamentar la destrucción de Jerusalén. Un día al año de ayuno, Tishá Beav, para recordar la caida de los dos templos, el primero y el segundo, y otras desgracias acontecidas a nuestro pueblo casi en la misma fecha (no confundir con Yom Kipur o Día del Perdón, otra fecha en la que también se ayuna). Cuando una pareja judía se casa, la ceremonia termina con el novio pisando y rompiendo una copa, simbolizando la destrucción de Jerusalén. Antes de pisar la copa el novio recita el Salmo 137: "Si me olvidare de ti Jerusalén, se olvide mi mano derecha, se pegue mi lengua al paladar, si no recordare, si no pusiere a Jerusalén por encima de mi propia alegría" (traducción propia). Tan central es el recuerdo de la destrucción de Jerusalén, que incluso lo ponemos por encima de nuestra alegía (על ראש שמחתי), incluso en el día más alegre de nuestras vidas (bueno... depende... con quién se case uno, pero supongamos que es el día más alegre). El mismo salmo también se recita antes de la circunsición, cuando se celebra el nacimiento de un hijo varón.

Se acostumbra dejar papelitos con peticiones en los orificios del muro. No sólo los judíos, también gente de otras naciones y creencias. Cuando Salomón construyó el Primer Templo, pidió a Dios que cupliera allí todas las peticiones, incluyendo las de los extranjeros. "Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué." 1 Reyes 8:41-43 (RV 1960).

Dejando una petición en el Muro.

Jerusalén y las embajadas

Para los judíos, Jerusalén es nuestra capital, desde que el Rey David la conquistó hace tres mil años y la convirtió en capital de su reino. Jerusalén es, de facto, la capital del moderno Estado de Israel. Allí se encuentran las sedes de los ministerios, la Knéset o parlamento, la Suprema Corte de Justicia, la Residencia del Primer Ministro y la del Presidente, etc. Sin embargo, la mayoría de los países del mundo no reconocen a Jerusalén como capital de Israel, casi todas las embajadas están entre Tel Aviv y Herzlia. Israel es el único país del mundo al que se le niega el derecho a determinar cuál es su capital. ¿Cómo llegamos a esta situación?

La actual knéset (parlamento) en Jerusalén. Foto tomada de Wikipedia.

En noviembre del 1947, las Naciones Unidas aprobaron el Plan de Partición de Palestina. Según dicha resolución, el territorio entonces conocido como Palestina Británica sería dividido en dos, un estado judío y un estado árabe. Jerusalén y Belén quedarían como un enclave internacional gobernado directamente por las Naciones Unidas. Los judíos aceptaron, los árabes no, estalló la guerra y el plan nunca llegó a aplicarse. Durante la Guerra de 1948, era dificil acceder a Jerusalén, por la duras batallas en el camino que conduce desde la costa mediterranea a la Ciudad Santa. En la práctica, el gobierno judío comenzó operando desde Tel Aviv. Fue en Tel Aviv donde David Ben Gurión declaró la Indepencia de Israel, el 14 de mayo de 1948. En Tel Aviv se reunió al principio la knéset, aunque por pocos meses.

Como concecuencia de la guerra, Jerusalén quedó dividida en dos. Jerusalén Oriental, incluyendo la Ciudad Antigua y el Monte de los Olivos, en manos de Jordania. Jerusalén Occidental, incluyendo el Monte Sión, en manos de Israel. En diciembre de 1949, David Ben Gurión declaró a Jerusalén como capital de Israel. El gobierno y la kneset se mudaron a la parte occidental de Jerusalén. Algunos países fueron instalando sus embajadas en Jerusalén Occidental. Es importante resaltar que al principio había embajadas en Jerusalén, la soberanía israelí sobre la parte oeste de Jerusalén no estaba en tela de juicio.

En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Israel conquistó de Jordania la parte este de Jerusalén. Toda Jerusalén quedó bajo control israelí. Ningún otro país del mundo, ni siquiera el gran aliado Estados Unidos, ha reconocido jamás la soberanía israelí sobre Jerusalén Oriental. La situación diplomática se complicó en 1980, cuando bajo el liderazgo de Menajem Beguin, la knéset emitió una nueva ley declarando explícitamente a TODA Jerusalén, "entera y unificada", como capital de Israel. A modo de protesta, los países que tenían sus embajadas en Jerusalén las fueron mudando paulatinamente a Tel Aviv y alrededores. En el 2006, Jerusalén quedó vacía de embajadas cuando se fueron las dos últimas: Costa Rica y El Salvador. Del 2007 al 2017 no hubo ninguna embajada en Jerusalén.

En 1995, durante la administación de Bill Clinton, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley, por la cual la Embajada de Estados Unidos en Israel debía mudarse de Tel Aviv a Jerusalén. Pero según la misma ley, el Presidente de Estados Unidos podía firmar un documento que postergara su implementación por seis meses. Así lo hicieron cada seis meses todos los presidentes: Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y también Donald Trump al principio. Donald Trump firmó el documento dos veces, luego decidió no firmarlo una tercera vez, dejando que la ley de tiempos de Clinton entrara en vigencia. La "mudanza" de la Embajada de Estados Unidos fue muy simple, porque en realidad no fue necesario trasladar nada. A lo que era el edificio del Consulado de Estados Unidos en Jerusalén le cambiaron el cartel en la entrada, donde decía "consulado" ahora dice "embajada". La "nueva" embajada fue inaugurada simbólicamente, el 14 de mayo del 2018, al cumplirse 70 años de la creación de Israel. Mientras tanto, en el edificio de la embajada en Tel Aviv añadieron al cartel de entrada la palabra "branch" (sucursal), y el embajador sigue trabajando cómodamente desde allí.

Siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, Paraguay y Guatemala mudaron también sus embajadas a Jerusalén en el 2018. La de Paraguay duró pocos meses, hubo elecciones y el nuevo gobierno electo retiró la embajada paraguaya de Jerusalén. Brasil y República Checa han expresado sus intenciones de trasladar sus embajadas a la Ciudad Santa, pero hasta el momento no lo han hecho. Al día de hoy (enero 2019), hay en Jerusalén sólo dos embajadas: Estados Unidos y Guatemala.

Foto con el Embajador de Guatemala en Israel.

Introducción a Jerusalén

Jerusalén es la Ciudad Santa para las tres grandes religiones monoteistas. Para los judíos: Jerusalén es la capital del Reino de David, donde su hijo Salomón construyó el Primer Templo, donde fue eregido también el Segundo Templo, y se espera que algún día se constuya el tercero. Para los cristianos en Jerusalén acontecieron varios episodios de la vida de Jesús, principalmente: Jerusalén es donde Jesús fue crucificado, enterrado y donde resucitó. Para los musulmanes: desde Jerusalén el profeta Mahoma subió al cielo a recibir las plegarias de Alá.

Jerusalén es también la capital del Estado de Israel. Más allá de la discusión política, cuántos países la reconocen como tal y dónde están las embajadas, es la capital de facto. En Jerusalén está el asiento de los tres poderes del estado: la Residencia del Primer Ministro y las sedes de los ministerios (poder ejecutivo), la Kneset o Parlamento (poder legislativo), la Suprema Corte de Justicia (poder judicial). Es la ciudad más grande del país con cerca de 900 mil habitantes, un 10% de la población de Israel. Entre ellos, aproximadamente un tercio son árabes, un tercio judíos ultra-ortodoxos y un tercio "otros judíos" (entre quienes me incluyo).

Vista panorámica de Jerusalén Antigua desde el Monte de los Olivos.

Para entender mejor la ciudad podemos clasificar las distintas partes según dos criterios. El primer criterio: Jerusalén Antigua versus Jerusalén Moderna. Llamamos a Jerusalén Antigua a todo lo que está dentro de las Murallas de Jerusalén, cuatro muros de un kilómetro de largo cada uno. Los muros no son tan antiguos, tienen 500 años solamente, construidos en el Siglo XVI por Suleimán el Magnífico, Sultán del Imperio Otomano. No es mucho, si tenemos en cuenta que Jerusalén ya era una ciudad amurallada hace cerca de 4000 años. Fue destruida y vuelta a construir varias veces. Es importante recordar que los muros actuales no son los mismos que los que había en tiempos de Jesús (hace 2000 años), o en tiempos del Rey David (hace 3000). En tiempos de Jesús la ciudad amurallada era mucho más grande, en algunas partes coincidía con la actual y en otras no. En tiempos de David era mucho más pequeña y estaba más al sur (donde hoy se encuentra el Parque Ciudad de David). Resumiedo en una frase: hay partes de Jerusalén, más antiguas que Jerusalén Antigua, por fuera de Jerusalén Antigua. Desde Suleimán el Magnifico hasta 1860, Jerusalén era solamente lo que hoy es el casco antiguo. Hoy en día, Jerusalén Moderna (es decir, casi todo lo que está fuera de los muros) abarca muchísimo más territorio que Jerusalén Antigua.

El segundo criterio: Jerusalén Oriental versus Jerusalén Occidental. Durante la Guerra de Independencia de Israel, en 1948, Jerusalén quedó dividida en dos. La parte Este, incluyendo toda la Ciudad Antigua y el Monte de los Olivos, quedó del lado de Jordania. La parte Oeste, incluyendo el Monte Sión, quedó del lado de Israel. Durante 19 años, no se podía cruzar de una parte a otra, los judíos no tenían permitido acceder al Muro de los Lamentos. Hasta que en 1967, durante la Guerra de los Seis Días, la parte Este fue "liberada", "conquistada" u "ocupada" por Israel (la terminología cambia según quien narra lo hechos). Jerusalén lleva mucho más tiempo unificada que los 19 años que pasó divida. Aún así, la división de entonces se siente hasta hoy en día: en Jerusalén Oriental están los barrios árabes, en Jerusalén Occidental los barrios judíos.

Napoleón y los muros de Akko

Si bien Akko o Acre existe desde hace aproxidamente 4000 años, no tuvo gran importancia hasta sus dos grandes períodos de esplendor. El primero en el Siglo XIII, como capital del segundo Reino Cruzado. Luego en tiempos modernos, desde mediados del Siglo XVIII, cuando pasó a ser la capital regional, dentro del Imperio Otomano. Allí se establecieron una serie de gobernadores locales que la hicieron florecer, fortificando murallas, construyendo un acueducto, desarrollando el puerto y el comercio, y centralizando en ella el gobierno de la región.

Ahmad Al-Jazzar, no fue el primero de los gobernadores de Akko, pero sí uno de los más importantes. Al acercarse a Akko, puede divisarse a lo lejos una gran cúpula verde, sobre la gran mezquita que construyó y que lleva su nombre: Mezquita Al-Jazzar. Hasta el día de hoy, una de las mezquitas más grandes de Israel. Contiene una gran reliquia para los muslmanes: un pelo de la barba de Mahoma.

Mezquita Al Jazzar. Imagen de Wikipedia.


Al-Jazzar derrotó nada menos que a Napoleón Bonaparte. En 1799, Napoleón partió desde Egipto con la intención de conquistar la Tierra Santa. Después de tomar Ramle y Jope, Napoleón podría haber avanzado hacia Jerusalén, pero decidió pasar de largo y seguir hacia Akko. Jerusalén sería la Ciudad Santa, pero la ciudad importante desde el punto de vista político y militar era Akko. Napoleón sitió la ciudad, creyendo que la tomaría con facilidad. Pero Al-Jazzar contaba con apoyo: una flota británica lo protegía y abastecía desde el mar, y un militar francés enemigo de Napoleón lo asesoraba dentro de la ciudad. Después de casi dos meses de sitio, los franceses finalmente consiguieron abrir una brecha en los muros de Akko y penetrar en la ciudad. Dentro los esperaba una terrible sorpresa: Al-Jazzar había construido otra muralla más, los soldados franceses que penetraban quedaban atrapados entre los dos muros. Finalmente, después de haber sufrido numerosas bajas, Napoleón no tuvo más alternativa que retirarse y regresar a Egipto.

Los inmensos muros que se ven hoy al entrar por la entrada principal a la parte antigua de Akko, no son iguales a los que Napoleón luchó por derribar. Después de la retirada, Al Jazzar fortificó la ciudad más aún, ensanchando las murallas para que pudieran resistir fuego de artillería.

Muros de Akko, imagen de wikipedia.