Monte Merón: de la epidemia del Siglo II a la catástrofe del 2021.

El Monte Merón a lo lejos, visto desde Safed.

Hace pocos días, durante los festejos de Lag Baomer en el Monte Merón, en la Alta Galilea, murieron 45 personas y varios cientos resultaron heridos, aplastados en una avalancha humana. Al parecer algunos tropezaron en las escaleras de salida, provocando un efecto dominó que acabó en tragedia. A los festejos habían concurrido cien mil judíos, en su mayoría ultra-ortodoxos, generando un amontonamiento de gente excesivo y peligroso para un sitio relativamente pequeño con salidas estrechas. Y eso que este año la concurrencia estuvo muy por de bajo de lo habitual, en años anteriores rondaba el medio millón de personas. El año pasado las celebraciones fueron canceladas por la pandemia de COVID, este año se renovaron después de que la pandemia en Israel quedara relativamente bajo control, gracias a la exitosa campaña de vacunaciones. La Tumba de Rabi Shimon Bar Iojai ("Rashbi"), en el Monte Merón, es el segundo sitio santo judío más concurrido, después del Muro de los Lamentos. Pero a diferencia del Muro mundialmente famoso, la Tumba de Rashbi no es muy conocida. ¿Qué es la Fiesta de Lag Baomer y qué tiene que ver con Rashbi? La respuesta es compleja.

Lag Baomer significa día 33 de la Cuenta del Omer. La Cuenta del Omer, es un período de cincuenta días entre las fiestas de Pésaj y Shavuot. O cincuenta días que transcurrían entre la cosecha de cebada y la cosecha de trigo, o más precisamente, los cincuenta días entre que se ofrecían en el Templo de Jerusalén las primicias de las dos cosechas (Levítico 23). Una de las grandes discusiones entre fariseos, saduceos y esenios, (distintos ramas del judaísmo en tiempos de Jesús), era cómo calcular cuando exactamente empezaba y terminaba la cuenta. Los cristianos adoptaron una postura que, curiosamente, en este punto coincide con la de los saduceos. Los saduceos empezaban la cuenta siempre un domingo y acababan siempre en domingo, igual que los cincuenta días que van desde el Domingo de Resurrección, a la fiesta de Pentecostés que también siempre cae en domingo. El judaísmo actual heredó la versión de los fariseos, nuestra cuenta empieza el tercer día de la semana de Pésaj, que puede caer cualquier día de la semana.

En el Siglo II d. C., según una leyenda, hubo un año en que una terrible epidemia azotó a Israel, y en el transcurso de esos cincuenta días murieron 24.000 alumnos de Rabi Akiva, uno de los rabinos más importantes de la Historia judía. En la Edad Media, esos cincuenta días eran un período de luto en distintas comunidades judías. No sabemos exactamente cuándo o por qué la Cuenta del Omer se transformó en tiempo de luto. Rabinos medievales interpretaron que el motivo del duelo era la muerte de los estudiantes en el Siglo II. Tampoco sabemos por qué en algunas comunidades, precisamente en el día treinta y tres (osea en Lag Baomer), puasaban el duelo por un día, y en otras comunidades daban el período de luto por finalizado. Algunos interpretaron que los estudiantes habían muerto sólo hasta el día treinta y tres, aunque eso contradecía todas las versiones escritas de la leyenda. Las interpretaciones que conectan el fin del duelo con Rashbi surgen recién en el Siglo XVI. Rashbi había sido el alumno más importante de de Rabi Akiva, a él se le atribuye el desarrollo de la Cábala, la mística judía. Según una versión, Rashbi empezó a estudiar de Rabi Akiva en Lag Baomer. Según otra, Rashbi murió en Lag Baomer. Por un motivo u otro, surgió la costumbre de honrar a Rashbi en Lag Baomer, encendiendo antorchas junto a su tumba en el Monte Merón.

¿Por qué la costumbre surgió precisamente en el Siglo XVI? Anteriormente, judíos acostumbraban honrar al Profeta Samuel, encendiendo fuego junto a su tumba en una fecha cercana, que según la tradición es el aniversario de su muerte. Se encendían antorchas, como quien prende velas junto al sepultura de un ser querido. También se acostumbraba cortar el pelo a los varones de tres años junto a la Tumba de Samuel, tradición relacionada con el relato del nacimiento de Samuel, el voto de su madre de no cortarle el pelo, su entrada al servicio del Sacerdote Elí más o menos a los tres años (1 Samuel 1). Los musulmanes, por su parte, consideran a Samuel como profeta del Islam y su sepulcro también es sagrado para ellos. En el Siglo XVI, los turcos otomanos prohibieron a los judíos la entrada a la Tumba de Samuel. Cabe suponer que las costumbres se "mudaron" a Merón, cuando se perdió el acceso a la Tumba de Samuel. Pero eso es Historia, y en esta tierra la Tradición siempre es más fuerte que la Historia. En las últimas décadas, las celebraciones en Merón se han vuelto cada vez más populares y multitudinarias.

Ojalá que los heridos se recuperen pronto. Qué las autoridades sepan tomar las medidas para que no se repita la tragedia. Qué los responsables por las fallas de seguridad respondan ante la justicia.

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